martes, 17 de noviembre de 2015






RENACIMIENTO. 
LA ARQUITECTURA





En el renacimiento el centro del mundo es el ser humano.
   Del análisis de los monumentos antiguos y de las fuentes literarias y filosóficas, se desprende la importancia de las proporciones, del número, de la medida, como fundamento de la belleza arquitectónica. De estas mismas fuentes los arquitectos deducirán los conceptos de originalidad y grandiosidad, que serán incentivos esenciales para el desarrollo de la arquitectura renacentista.
Cuando la búsqueda de relaciones de medida constituye el problema central de la Teoría Arquitectónica, el arquitecto se muestra de acuerdo con la filosofía neoplatónica de su época. Para ellos el universo está regido por las leyes en las que se manifiesta la omnipotencia de Dios. Las relaciones armónicas de medida de la obra humana deberían ser o reflejar la armonía divina del universo. La idea renacentista de belleza y perfección se basa en un racionalismo orientado matemáticamente, de forma que la Teoría de la Proporción intenta llevar a un denominador común el canon de proporciones del cuerpo humano y las leyes matemáticas de las formas geométricas básicas, como la circunferencia y el cuadrado, y expresarlas en reglas de proporción de validez universal. La proporcionalidad matemática del conjunto arquitectónico (planta, alzado, columnas, capiteles, entablamentos y cornisas), convierte los edificios del renacimiento en construcciones racionalmente comprensibles, cuya estructura interna se caracteriza por la claridad .
A partir de este momento, el artista se educa en las medidas y proporciones del modelo clásico, a la codificación científica de lo estético. Ya no se apoya, como los maestros medievales, en fórmulas que pasan de mano en mano, sino que intenta integrar su labor en un extenso sistema artístico-teórico y fundamentarla racionalmente. En esta época se publicarán los primeros tratados de arquitectura que, como Vitrubio en la antigüedad, codificarán los conocimientos arquitectónicos de la época.



Brunelleschi, Filippo (1377-1446).


Arquitecto y escultor italiano, nacido en Florencia en 1377 y muerto en la misma ciudad en 1446. Junto con Donatello, Masaccio y Alberti, es uno de los iniciadores del Renacimiento y uno de los primeros artistas que unifica en su persona algunos de los principios del Humanismo. Su actividad se centra principalmente en la arquitectura pero también fue escultor, inventor de máquinas e ingeniero, interesado sobre todo por el arte de las matemáticas, será el que definirá con toda precisión los principios fundamentales del sistema y las leyes de la perspectiva.
No recibió una formación típicamente renacentista como Alberti, sino que su formación se realizó en el ámbito del taller, como es característico de los artistas del Trecento, como orfebre y escultor. Él la completaría con un apasionado estudio de la antigüedad clásica y con los viajes a Roma en 1402, junto a su amigo Donatello. A diferencia de Alberti no dejó ningún tratado de teórico escrito.
Su obra más importante es, sin duda, la cúpula de Santa María de las Flores de Florencia, que supone una ruptura con toda la arquitectura que se estaba realizando en el momento y una vinculación con la antigüedad clásica. Pero además crea una nueva visión del arquitecto que deja de ser el maestro de obras medieval, para convertirse en proyectista y creador que resuelve los problemas desde la reflexión intelectual. A él se debe la invención del sistema de perspectiva, hecho por el que fue ensalzado por sus contemporáneos como el iniciador de una nueva era. Elaboró dos tablas de vistas de edificios florentinos, hoy perdidas, con las que formuló las leyes de la visión según el método de la perspectiva, que aplicado a sus obras consigue una medición racional del espacio. Creó una arquitectura a la medida del hombre en la que cada parte está armónicamente coordinada y proporcionada con el todo.

Leon Battista Alberti.

León Battista Alberti. Retrato
Hijo natural de un mercader florentino, se educó en Padua y Bolonia, antes de trasladarse a Roma en 1432 para desempeñar un cargo en la corte pontificia. Su contacto en Roma con los monumentos de la Antigüedad clásica dio pie a uno de sus primeros escritos: Descriptio urbis Romae (1434), primer estudio sistemático de la Roma antigua.
Ese mismo año regresó a Florencia, donde trabó amistad con los grandes artistas del momento, de Brunelleschi a Donatello y Masaccio. A Brunelleschi dedicó precisamente su tratado Della pintura (1436), en el que se describen por primera vez las leyes de la perspectiva científica, además de dar una visión naturalista del arte de la pintura.
En Florencia, Alberti trabajó como arquitecto para la familia Rucellai, con obras como el palacio Rucellai y el templete del Santo Sepulcro, que basan la belleza en la exactitud geométrica de las proporciones. En la primera de estas obras, Alberti combinó la geometría con la superposición de los órdenes clásicos, creando un modelo muy imitado de palacio renacentista. También se le debe la fachada de la iglesia gótica de Santa Maria Novella, en la que unió el característico taraceado de mármoles toscano a la sugestión de las figuras geométricas.
  Donato Bramante




Arquitecto italiano, el más influyente del alto renacimiento. Nació el año 1444 en Monte Andruvaldo, cerca de Urbino, y su nombre auténtico era Donato di Pascussio d Antonio. Al principio se formó como pintor, y de su obra más temprana se conservan los frescos de la fachada del Palacio del Podestà en Bérgamo, realizados en el año 1477. En 1482 se instaló en Milán y comenzó su carrera como arquitecto. En su proyecto para la iglesia de Santa María presso San Satiro (1488, Milán) consiguió resolver las dificultades que presentaba el solar utilizando, por primera vez en la arquitectura, un juego perspectivo o trampantojo en las pinturas del presbiterio fingido, que falsea las proporciones de la iglesia y procura una sensación de profundidad insólita. El resto de sus obras en Milán, como el ábside de Santa María delle Grazie (1492-1495), muestran la influencia de Leon Battista Alberti y del renacimiento florentino, pero sobre todo la de Leonardo da Vinci, del que tomó las plantas centralizadas rescatadas de la antigüedad como modelos ideales para el nuevo clasicismo humanista. Con la caída del duque Ludovico Sforza en 1499 Bramante, huyó a Roma, donde trabajó casi en exclusiva a las órdenes de su nuevo mecenas, el ambicioso papa Julio II. En la ciudad eterna, rodeado por las ruinas del antiguo Imperio, evolucionó hacia un estilo más monumental y austero. Una de sus primeras obras romanas es el Tempietto de San Pietro in Montorio (1502), un pequeño templo circular cubierto por una cúpula semiesférica, quizá inspirado en el desaparecido Templo de la Sibila, en Tívoli. Esta obra, con sus superficies desprovistas de ornamentos, representa el momento culminante de la arquitectura del renacimiento, y en ella Bramante se acerca como nadie al espíritu clásico, combinando los ideales romanos de severitas y dignitas (austeridad y decoro) con la elegancia y la vitalidad del cinquecento italiano. Los dos grandes proyectos que ocuparon el resto de su actividad creativa, y que desgraciadamente no se llevaron a cabo, fueron la reconstrucción de la basílica de San Pedro y el plan para los palacios del Vaticano. 
Entre los últimos destaca el del Cortile del Belvedere, que debería haber sido un gran patio de 300 m de longitud y 25 m de altura, dispuesto en tres terrazas unidas por escalinatas, que finalmente alcanzaban una gran exedra. Se trataba de un nuevo concepto espacial, cuyo origen sólo se puede situar en los palacios imperiales romanos, pero que nunca llegó a realizarse con la forma que Bramante había imaginado. De su mano tan sólo se conservan la puerta oriental del patio inferior y la rampa en espiral de la torre. El proyecto para la basílica de San Pedro consistía en un gran templo centralizado de planta cuadrada, cubierto por una cúpula central, cuatro cúpulas subsidiarias y cuatro torres en las esquinas. Sin embargo, el proyecto que definitivamente se acometió fue el de Miguel Ángel, otra planta centralizada que recogía muchas de las ideas de Bramante y del que se conservan los tres ábsides posteriores y la gran cúpula central. Carlo Maderno terminó el templo extendiendo la nave de acceso hasta generar una planta de cruz latina, siguiendo la ideología litúrgica de la contrarreforma, pero echando a perder la armonía del espíritu bramantino. Bramante, junto con Miguel Ángel y Rafael, está considerado uno de los grandes genios artísticos del alto renacimiento italiano. Consiguió fundir con éxito los ideales de la antigüedad clásica y los de la cristiandad, al tiempo que su grandeza, su expresividad y su dramatismo espacial fueron los cimientos del barroco del siguiente siglo. Murió en Roma el 11 de marzo de 1514.

Andrea Palladio

Andrea di Pietro, universalmente conocido como Palladio, vino al mundo en la ciudad italiana de Padua un 30 de noviembre de 1508. De familia humilde; apenas con 13 años ingresaría como aprendiz en un taller de cantería de la ciudad, donde iniciaría su formación hasta que, en 1523, su familia se instaló en la no lejana Vicenza, en cuyo gremio de constructores se inscribió Andrea mientras completó su formación de juventud al amparo de los talleres de Giovanni di Giacomo da Porlezza y de Girolamo Pitteli.
Llegado a la treintena y mientras trabajaba en las obras de una villa cercana a Vicenza, Andrea entró en contacto con Giangiorgio Trissino, humanista y personalidad de gran relevancia en los ambientes culturales vicentinos, quien lo puso bajo su protección ayudándolo a completar su formación mediante la financiación de diversos viajes a Roma, ciudad en la que tuvo la oportunidad de conocer in situ las ruinas clásicas. Fue precisamente el mecenas Trissino quien acuñó el apelativo de Palladio para referirse al joven Andrea en evocación a Palas Atenea, diosa griega protectora de las artes.
Fue así como Andrea Palladio fue alcanzando notable prestigio en los ambientes ilustrados de la región del Veneto, siéndole encargados numerosos proyectos de palacios y villas señoriales suburbanas. A la muerte de Trissino y ya con un importante bagaje a sus espaldas, entabló contacto con Daniele Barbaro, cardenal humanista y profundo estudioso de la arquitectura antigua, muy especialmente, de los escritos de Vitrubio.

Fue precisamente a través de su nuevo mentor Daniele Barbaro como Palladio fue poco a poco introduciéndose en los círculos humanistas y culturales de la esplendorosa Venecia, donde gracias a los méritos que cosechó proyectando principalmente edificios religiosos, llegó a ser nombrado arquitecto mayor de la República Véneta en sustitución de Jacopo Sansovino, cargó que hasta su muerte en 1580, compaginaría con distintos proyectos tanto públicos como privados siempre en la norteña región del Véneto

La Pintura Renacentista

Secularmente se ha considerado a Italia como cuna del Renacimiento. En el caso español, y valenciano en particular, podemos afirmar que Valencia fue la primera receptora de las modernas corrientes pictóricas italianas. Esta primacia se debe a la llegada a esta ciudad de pinturas procedentes de allá y al desplazamiento o intercambio de artistas entre uno y otro país.

Museo de Bellas Artes de Valencia.
Sala de pintura renacentista.




Masaccio
Pintor italiano. La carrera artística de Masaccio es interesante, primero, por la sorprendente relación entre la brevedad de su vida (murió a los veintisiete años) y la importancia, además de relativa abundancia, de sus creaciones, y segundo, por su aportación decisiva al Renacimiento, ya que fue el primero en aplicar las reglas de la perspectiva científica.
Masaccio se trasladó a Florencia cuando aún era muy joven, y en 1422 figuraba inscrito en el gremio de pintores de esta ciudad. Nada se sabe de lo que hizo hasta entonces y con quién se formó. Se le vinculaba tradicionalmente con el taller de Masolino, pero en la actualidad se cree que no fue en él donde se formó, sino que se incorporó como colaborador ya formado.
Su primera obra documentada, el tríptico de San Juvenal (1422), es una creación que supera plenamente el gótico. En el posterior políptico para el Carmine de Pisa (1426), la composición a base de pocas figuras esenciales y la plasmación natural de la luz definen su estilo característico, que se despliega plenamente en su obra maestra: el ciclo de frescos sobre la vida de San Pedro y la expulsión del Paraíso, que pintó para la capilla Brancacci de Santa Maria del Carmine, en Florencia, en colaboración con Masolino.

Paolo Uccello

Cinque maestri del rinascimento fiorentino, XVI sec, paolo uccello.JPG
Pintor italiano. La primera noticia documental que se tiene de Paolo Uccello es de 1412 y lo sitúa en el taller de Ghiberti, donde debió de formarse, aunque no consta que fuera escultor.
En 1425 estaba en Venecia trabajando en unos mosaicos para San Marcos, que no se conocen. En 1432, de nuevo en Florencia, Paolo Uccello realizó el luneto de la Creación en el Claustro Verde de Santa Maria Novella, una obra llena de expresividad pero todavía algo tosca.
Su primera obra maestra corresponde al año 1436: el enorme fresco para la catedral de Florencia en el que representó al condotiero Giovanni Acuto; la figura del condotiero a caballo es poderosa y está bien definida, pero lo que da la medida de su genio es el escorzo del cofre situado sobre una ménsula. En este escorzo se advierte ya la fascinación que sentía Uccello por la perspectiva, que es de hecho el rasgo esencial de su obra pictórica, lo que da a sus realizaciones una singular originalidad e incluso algunas notas de excentricidad por los extremos a los que llevó los efectos de profundidad. Vasari lo presenta como un fanático de la perspectiva, a la que consideraba su «amante más dulce».

Fra Angélico

Pintor italiano. No se le atribuye ninguna obra hasta 1420 (relicarios para Santa Maria Novella). Se orientó hacia un arte expresivo, instalado en el espacio y bañado por la dulce luz florentina, que no atenúa en absoluto la solidez de la composición y la firmeza de los volúmenes. Todas estas cualidades aparecen con gran evidencia en sus obras fundamentales: Descendimiento (c. 1440), Lamentación sobre el cuerpo de Cristo (1440-1445), La coronación de la Virgen (antes de 1445), la serie de pinturas realizadas para las celdas del convento de San Marcos de Florencia y La Anunciación del Museo del Prado. Las virtudes espirituales del pintor armonizan con la frescura y la delicadeza de sus coloridos, con la elegancia del dibujo y con esa manera tan suya de ocupar el espacio con el mínimo de medios y de efectos.
La pintura del beato Angélico sorprende tanto por su calidad técnica como por la profunda devoción religiosa que inspira. Como escribiera Giorgio Vasari, «habiendo sido excelente pintor y miniaturista y óptimo religioso, merece por ambas razones que de él se haga honradísima memoria». Guido o Guidolino di Pietro fue conocido como Fra Giovanni di Fiésole, nombre que adoptó al tomar el hábito de Santo Domingo; sin embargo, se le conoce más popularmente como Fra Angélico o el beato Angélico por su religiosidad y la serena espiritualidad de sus obras, pese a que la iglesia nunca le concedió el título.
Sandro Botticelli

(Alessandro di Mariano Filipepi; Florencia, 1445 - id., 1510) Pintor italiano. Muy valorado en la actualidad, Sandro Botticelli no se cuenta entre los grandes innovadores del Renacimiento, sino que se inscribe más bien en un grupo de pintores que rehuyó el realismo a ultranza y se inclinó por un estilo basado en la delicadeza, la gracia y un cierto sentimentalismo. Uno de ellos fue Filippo Lippi, maestro e inspirador de la obra de Botticelli.
La trayectoria artística de Sandro Botticelli se inició con obras de temática religiosa, en particular con vírgenes que, como la Virgen del Rosal, denotan un gran vigor compositivo. En 1470, cuando contaba ya con un taller propio, se introdujo en el círculo de los Médicis, para los que realizó sus obras más famosas. Un primo de Lorenzo el Magnífico, Pier Francesco de Médicis, le encargó la alegoría de La primavera y también, al parecer, El nacimiento de Venus y Palas y el centauro.
 Andrea Mantegna

Presunto autorretrato de Mantegna en la  tabla de La PresentaciónAndrea Mantegna, uno de los más grandes pintores del Quattrocento italiano, vino al mundo en 1431 en una pequeña localidad del Véneto entre Vicenza y Padua. De orígenes humildes, muy pronto quedaría huérfano, siendo criado por su hermano mayor y por Francesco Squarcione, pintor y coleccionista paduano a cuyo taller se incorporaría Andrea cuando tan sólo contaba con 10 años.
De la mano de Squarcione, el joven Mantegna iniciaría su formación clásica gracias a la influencia de su maestro dentro de los círculos humanistas de Padua; por aquel entonces, uno de los centros ilustrados más importantes del Renacimiento del norte de Italia. Allí, además de visitar Venecia, tendría la oportunidad de conocer de primera mano la obra de Donatello, Filippo Lippi y Paolo Uccello.
Con sólo 17 años y de una manera no del todo amistosa, rompería con Francesco Squarcione para establecerse por su cuenta, recibiendo entonces sus primeros encargos que le harían ganar una cierta reputación, lo que le serviría, en uno de sus viajes a Venecia, para unirse en matrimonio con una hija del reconocido pintor Giovanni Bellini.
A mediados de los años cincuenta, fue llamado a la corte de los Gonzaga en Mantua para sustituir a Pisanello como pintor de cámara, dedicando desde entonces la mayor parte de su vida al servicio de los diferentes mandatarios mantovanos que fueron sucediéndose: Ludovico, Federico y, sobre todo, Francesco.


Leonardo da Vinci

(Vinci, Toscana, 1452 - Amboise, Turena, 1519) Artista, pensador e investigador italiano que, por su insaciable curiosidad y su genio polifacético, representa el modelo más acabado del sabio renacentista.

Supuesto autorretrato de Leonardo
Leonardo da Vinci era hijo ilegítimo de un abogado florentino, quien no le permitió conocer a su madre, una modesta campesina. Se formó como artista en Florencia, en el taller de Andrea del Verrocchio; pero gran parte de su carrera se desarrolló en otras ciudades italianas como Milán (en donde permaneció entre 1489 y 1499 bajo el mecenazgo del duque Ludovico Sforza, llamado el Moroo Roma (en donde trabajó para Julio de Médicis). Aunque practicó las tres artes plásticas, no se ha conservado ninguna escultura suya y parece que ninguno de los edificios que diseñó llegó a construirse, por lo que de su obra como escultor y arquitecto sólo quedan indicios en sus notas y bocetos personales.
Es, por tanto, la obra pictórica de Leonardo da Vinci la que le ha hecho destacar como un personaje cumbre en la historia del arte. De la veintena de cuadros suyos conservados, destacan La AnunciaciónLa Virgen de las RocasLa Santa CenaLa Virgen y Santa AnaLa Adoración de los Magos y el Retrato de Ginebra Benzi. El más célebre es sin duda La Mona Lisa o La Gioconda, retrato que tuvo al parecer como modelo a Mona (abreviatura de Madonna) Lisa Gherardini, esposa de Francisco Giocondo.

Detalle de La Gioconda
Todas sus obras son composiciones muy estudiadas, basadas en la perfección del dibujo y con un cierto halo de misterio, en las que la gradación del color contribuye a completar el efecto de la perspectiva; en ellas introdujo la técnica del sfumato, que consistía en prescindir de los contornos nítidos de la pintura del «Quattrocento» y difuminar los perfiles envolviendo las figuras en una especie de neblina característica. El propio Leonardo teorizó su concepción del arte pictórico como «imitación de la naturaleza» en un Tratado de pintura que sólo sería publicado en el siglo XVII.
Interesado por todas las ramas del saber y por todos los aspectos de la vida, los apuntes que dejó Leonardo (escritos de derecha a izquierda y salpicados de dibujos) contienen también incursiones en otros terrenos artísticos, como la música (en la que destacó tocando la lira) o la literatura. Según su criterio no debía existir separación entre el arte y la ciencia, como no la hubo en sus investigaciones, dirigidas de forma preferente hacia temas como la anatomía humana (avanzando en el conocimiento de los músculos, el ojo o la circulación de la sangre), la zoología (con especial atención a los mecanismos de vuelo de aves e insectos), la geología (con certeras observaciones sobre el origen de los fósiles), la astronomía (terreno en el que se anticipó a Galileo al defender que la Tierra era sólo un planeta del Sistema Solar), la física o la ingeniería.

En este último terreno fue donde quedó más patente su talento de precursor a juicio de las generaciones posteriores, ya que Leonardo concibió multitud de máquinas que no dio a conocer entre sus contemporáneos y que la técnica ha acabado por convertir en realidad siglos más tarde: aparatos de navegación (como un submarino, una campana de buceo y un salvavidas), máquinas voladoras (como el paracaídas, una especie de helicóptero y unas alas inspiradas en las de las aves para hacer volar a un hombre), máquinas de guerra (como un puente portátil y un anticipo del carro de combate del siglo XX), obras de ingeniería civil (como canalizaciones de agua o casas prefabricadas), herramientas y maquinaria de tipo industrial (como una hiladora, una laminadora, una draga o una cortadora de tornillos), fortificaciones, etcétera.

Sin embargo, el genio de Leonardo le encaminó a tal cantidad de objetivos diferentes que apenas ejerció influencia sobre la marcha de los distintos campos que tocó, aunque sí obtuvo un gran prestigio personal, que ha perdurado hasta nuestros días. Muchos de los proyectos que emprendió quedaron inacabados cuando otros nuevos atrajeron su interés; y, en cuanto a los inventos, se limitó a concebir ideas útiles, pero no se esforzó por plasmarlas en modelos viables que pudieran funcionar, por lo que la mayoría de sus investigaciones fueron especulaciones teóricas sin consecuencias prácticas. En ellas se concentró a partir de 1516 cuando, con las manos afectadas por una parálisis, pasó a vivir en Francia bajo la protección de Francisco I.

Miguel Angel. Michelangelo Buonarroti

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Hijo de Ludovico Buonarroti, oficial florentino al servicio de la familia Medici, que colocó a su hijo cuando contaba 13 años de edad en el taller del pintor Domenico Ghirlandaio. Dos años más tarde se sintió atraído por la escultura en el jardín de San Marcos, lugar al que acudía con frecuencia para estudiar las estatuas antiguas de la colección de los Medici.

Conoció a los Medici más jóvenes, dos de los cuales llegaron a ser papas (León X y Clemente VII); y también a humanistas como Marsilio Ficino y a poetas como Angelo Poliziano. Con 16 años, ya había realizado al menos dos esculturas en relieve, el Combate de los lapitas y los centauros y laVirgen de la Escalera (ambas fechadas en 1489-1492, Casa Buonarroti, Florencia). Su mecenas,Lorenzo el Magnífico, murió en 1492; dos años después abandonó Florencia. Durante una temporada se estableció en Bolonia, donde esculpió entre 1494 y 1495 tres estatuas de mármol para el Arca de Santo Domingo en la iglesia del mismo nombre. Después, viajó a Roma, donde estudió las ruinas y estatuas de la antigüedad clásica que por entonces se estaban descubriendo.

Realizó su primera escultura a gran escala, el monumental Baco (1496-1498, Museo del Barguello, Florencia) y talló la Piedad del Vaticano con veintitrés años. En esa misma época esculpió también la Pietà(1498-1500) para San Pedro del Vaticano, que aún se conserva en su emplazamiento original y es la única obra en la que aparece su firma. Su estilo de juventud viene marcado por la gigantesca (4,34 metros) escultura en mármol del David (Academia, Florencia), realizada entre 1501 y 1504, tras su regreso a Florencia.

Paralelamente a su trabajo como escultor, tuvo la oportunidad de demostrar su pericia comopintor al encomendársele un fresco para el Salón de los Quinientos del Palazzo Vecchio, laBatalla de Cascina, frente a otro encargado a Leonardo da Vinci sobre la Batalla de Anghiari. Ninguno de los dos artistas llevó a cabo su cometido sólo se realizó un dibujo preparatorio sobre cartón a escala natural. En 1505 interrumpió su trabajo en Florencia al ser llamado a Roma por el papa Julio II para realizar dos encargos. El más importante de ellos fue la decoración al fresco de la bóveda de la Capilla Sixtina, que le tuvo ocupado entre 1508 y 1512, 24 años antes de comenzar, en 1536, el Juicio Final. Pintando en una posición forzada, acostado de espaldas al suelo sobre un elevado andamiaje, plasmó algunas de las más exquisitas imágenes de toda la historia del arte. Sobre la bóveda de la capilla desarrolló nueve escenas del Libro del Génesis, comenzando por laSeparación de la luz y las tinieblas y prosiguiendo con Creación del Sol y la LunaCreación de los árboles y de las plantas, la Creación de AdánCreación de EvaEl pecado originalEl sacrificio de NoéEl Diluvio Universal y por último La embriaguez de Noé. Enmarcando estas escenas principales que recorren longitudinalmente todo el cuerpo central de la bóveda, se alternan imágenes de profetas y sibilas sobre tronos de mármol, junto con otros temas del Antiguo Testamento y los antepasados de Cristo.

Con anterioridad a la bóveda de la Sixtina, en 1505, recibió el encargo del papa Julio II de realizar sutumba. Pensada para ser emplazada en la nueva Basílica de San Pedro, inició con gran entusiasmo este nuevo desafío que incluía la talla de más de 40 figuras, pasando varios meses en las canteras de Carrara para obtener el mármol necesario. Pudo terminar algunas de sus mejores esculturas con destino a la tumba de Julio II, entre las que destaca el Moisés (c. 1515), figura central hoy conservado en la Iglesia de San Pedro in Vinculis, Roma.

Como arquitecto no comenzó hasta 1519, cuando diseñó la fachada (no realizada) de la Iglesia de San Lorenzo en Florencia, ciudad a la que había regresado tras su estancia en Roma. Durante la década de 1520 diseñó también la Biblioteca Laurenciana, anexa a la citada iglesia, aunque los trabajos no finalizaron hasta varias décadas después. También emprendió -entre 1519 y 1534- el encargo de hacer las tumbas de los Medici en la Sacristía Nueva de San Lorenzo.

Comenzó a trabajar en 1536 en el fresco del Juicio Final para decorar la pared situada tras el altar de la Capilla Sixtina, dando por concluidos los trabajos en 1541. En 1538-1539 se iniciaron las obras de remodelación de los edificios en torno a la Plaza del Capitolio (Campidoglio). El proyecto de ordenación de la plaza diseñado por Miguel Ángel no se llevó a cabo hasta finales de la década de 1550 y no se remató hasta el siglo XVII.

Su obra cumbre como arquitecto fue la Basílica de San Pedro. La dirección de las obras, iniciadas por Donato Bramante y continuadas, entre otros, por Antonio da Sangallo y Rafael, le fueron encomendadas por el Papa en 1546. Siguiendo el esquema de Bramante, diseñó un templo de planta de cruz griega coronado por una espaciosa y monumental cúpula sobre pechinas de 42 metros de diámetro. Posteriormente, Carlo Maderno modificó la planta original y la transformó en una planta de cruz latina.

Rafael

(Raffaello Santi, también llamado Rafael Sanzio o Rafael de Urbino; Urbino, actual Italia, 1483 - Roma, 1520) Pintor y arquitecto italiano. Por su clasicismo equilibrado y sereno basado en la perfección de la luz, la armonía en la composición y el dominio de la perspectiva, la obra de Rafael Sanzio constituye, junto con la de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel Buonarrotti, una de las más excelsas realizaciones de los ideales estéticos del Renacimiento.

Detalle de un Autorretrato de Rafael (1506)
Su padre, que fue el pintor y humanista Giovanni Santi, lo introdujo pronto en las ideas filosóficas de la época y en el arte de la pintura, pero falleció cuando Rafael contaba once años; para ganarse la vida, a los diecisiete años trabajaba ya como artista independiente. No se conoce con exactitud qué tipo de relación mantuvo Rafael con Perugino, del que unos lo consideran discípulo y otros socio o colaborador. Sea como fuere, lo cierto es que superó rápidamente a Perugino, como se desprende de la comparación de sus Desposorios de la Virgen con los de este último. Desde 1504 hasta 1508 trabajó fundamentalmente en Florencia, en donde recibió la influencia del arte de Leonardo da Vinci y Miguel Ángel.
De entre sus obras de este período (El sueño del caballeroLas tres Gracias), las más celebradas son sus variaciones sobre el tema de la Virgen y la Sagrada Familia. Los personajes sagrados, dotados de cautivadores toques de gracia, nobleza y ternura, están situados en un marco de paisajes sencillos y tranquilos, intemporales. En estas telas, Rafael da muestras de su inigualable talento para traducir a un lenguaje sencillo y asequible los temas religiosos. Su maestría en la composición y la expresión y la característica serenidad de su arte se despliegan ya en plenitud en la Madona del gran duqueLa bella jardinera o La Madona del jilguero, entre otras obras.

La bella jardinera (1507), de Rafael
En 1508, el papa Julio II lo llamó a Roma para que decorara sus aposentos en el Vaticano. Aunque contaba sólo veinticinco años, era ya un pintor de enorme reputación. En las habitaciones de Julio II, conocidas en la actualidad como Estancias del Vaticano, Rafael pintó uno de los ciclos de frescos más famosos de la historia de la pintura.
Entre 1509 y 1511 decoró la Estancia de la Signatura, donde pintó las figuras de la Teología, la Filosofía, la Poesía y la Justicia en los cuatro medallones de la bóveda, para desarrollar de forma alegórica estos mismos temas en cinco grandes composiciones sobre las paredes: El triunfo de la EucaristíaLa escuela de AtenasEl ParnasoGregorio IX promulgando las Decretales y Triboniano remitiendo las pandectas a Justiniano, estas dos últimas alusivas a la justicia. En un espacio de gran amplitud, organizado con un perfecto sentido de la perspectiva, Rafael dispone una serie de grupos y figuras, con un absoluto equilibrio de fuerzas y una sublime elegancia de líneas. No se puede pedir mayor rigor compositivo ni un uso más magistral de la perspectiva lineal.

La escuela de Atenas (1511), de Rafael
En la Estancia de Heliodoro, decorada de 1511 a 1514, Rafael desarrolló cuatro temas históricos, acentuando en cada uno de ellos un rasgo plástico determinado: el claroscuro en La liberación de San Pedro, la riqueza del colorido en la Misa de Bolsena, etc. En la estancia del Incendio del Borgo (1514-1517) predomina ya la aportación de los discípulos sobre la del maestro, lo mismo que en la Estancia de Constantino, donde sólo la concepción del conjunto corresponde a Rafael.
El pintor simultaneó la decoración de las Estancias del Vaticano con la realización de otras obras, como los frescos de El triunfo de Galatea para la Villa Farnesina. A este período corresponden también numerosos cuadros de la Virgen con el Niño, algo más solemnes y menos cautivadores que los de la etapa florentina. Los retratos romanos, en cambio, superan en veracidad y penetración psicológica a los florentinos. En ambos casos, el dibujo es de una calidad inigualable y el colorido, discreto, servidor de la forma.
A partir de 1518, Rafael se ocupó de la decoración de las Logias del Vaticano con pequeñas escenas del Antiguo Testamento envueltas en paneles de grutescos. La Transfiguración, última obra del artista, es considerada por algunos el compendio perfecto de su arte. Sus trabajos arquitectónicos, de menor importancia que los pictóricos, incluyeron la dirección de las obras de San Pedro del Vaticano.

Tiziano Vecellio

(Pieve di Cadore, actual Italia, h. 1490-Venecia, 1576) Pintor italiano. Aunque Tiziano alimentó durante los últimos años de su vida la idea de que había nacido en 1475, para hacer creer que era un anciano venerable e inspirar respeto y compasión, la crítica moderna ha establecido casi con total seguridad que nació en 1490 y que murió a una edad más que respetable, con ochenta y seis años. Recibió su primera formación en el taller de Giovanni Bellini, del que salió a los dieciocho años para integrarse en la escuela de Giorgione.

Detalle de un autorretrato de Tiziano
La concepción poética de la pintura de éste dejó una profunda huella en Tiziano, como resulta evidente en todas sus obras de juventud, y muy especialmente en la enigmática alegoría Amor sagrado y amor profano, lienzo con el que se consagra ya como un maestro del desnudo femenino, además de manifestar un talento natural en la plasmación del paisaje. Con anterioridad había colaborado con Giorgione en la realización de los frescos de la fachada del Fondaco dei Tedeschi y había realizado en Padua los Milagros de san Antonio para la Scuola del Santo. No tardó en convertirse en el artista más importante de Venecia y fue nombrado, en consecuencia, pintor oficial de la República.
Aunque sus obras más conocidas y admiradas en el presente son las de tema alegórico y mitológico, el artista comenzó la parte más brillante de su carrera con una serie de retablos de colores fuertes y contrastados y figuras poderosas, como La Asunción o el Retablo Pesaro para Santa Maria dei Frari. Son obras de composición enérgica que muestran una gran vitalidad. Los mismos esquemas dinámicos se repiten en las obras mitológicas de este período, como La bacanal o Baco y Ariadna. Por entonces, Tiziano se reveló también como un gran retratista, con obras como el llamado Ariosto, en las que establece un esquema nuevo: el protagonista aparece reproducido de medio cuerpo, con las manos visibles y unos rasgos reales pero idealizados, captados en ocasiones por medio de un golpe de intuición.
Hacia 1530, perdió a su esposa, y seguramente como consecuencia del impacto emocional que ello le causó, su estilo pictórico evolucionó hacia composiciones menos dinámicas, más pausadas, y hacia colores mucho más claros y complementarios en lugar de contrastados. Por entonces, la fama del pintor llegaba a todas las cortes europeas, lo que le permitió recibir encargos de Carlos I de España y Francisco I de Francia, monarcas a los que retrató en obras magistrales. Después del primer retrato de Carlos I, el emperador quedó tan entusiasmado con el arte de Tiziano que lo nombró pintor de la corte. También los príncipes italianos solicitaron sus servicios, y así para el duque de Urbino pintó la famosa Venus de Urbino, de una sensualidad nueva en el arte del Renacimiento.

Venus de Urbino (1539), de Tiziano
En 1545-1546, Tiziano, que sólo había abandonado Venecia en 1511 para trabajar en Padua, realizó un viaje a Roma, que supuso el punto de partida hacia un nuevo tratamiento del color a base de pinceladas largas y atrevidas, y de manchas y toques que deshacen las formas y dan una apariencia ligera y agradable a las pinturas, lo cual esconde el gran trabajo subyacente. Entre 1548 y 1562 fue reclamado por Carlos I y luego por su hijo Felipe II, para quien, además de retratos, realizó una serie de cuadros de tema mitológico denominados por el propio pintor «poesías» por su carácter idílico y distante.
Su última obra documentada es la Piedad de Venecia, que presenta ciertas afinidades con el manierismo. La grandeza de Tiziano como pintor, su fama de artista inimitable y la gran influencia que ejerció sobre sus coetáneos y sucesores contrastan con su carácter de hombre avaricioso, que siempre se quejaba de ser pobre pese a las grandes riquezas que había acumulado, y que se servía en ocasiones del engaño para obtener ventajas.

Jacopo Robusti il Tintoretto 
(1518/09/29 - 1594/05/31)


Tintoretto 
Jacopo Robusti 
Pintor veneciano 



Nació el 29 de septiembre de 1518 en Venecia. Tomó el sobrenombre de la profesión de su padre que era tintador. Considerado, junto a Veronés, el representante más importante de la Escuela Veneciana de la generación posterior a Tiziano.

Estudió durante diez días con Tiziano. Vivió y trabajó siempre en Venecia, dedicando su obra a las iglesias, hermandades y gobernantes de la ciudad. Recibió influencias de Miguel Ángel y de Andrea Schiavone. Autor del San Marcos (1548, Academia, Venecia) para la Scuola di San Marco en Venecia. En ocasiones pintó casi gratuitamente, cobrando sólo el material ganándose así a una importante clientela que levantó recelos de Tiziano.

Tuvo muchos aprendices entre los que destacaban sus hijos Marietta y Domenico, cuyas aportaciones son a menudo muy difíciles de distinguir de sus propias obras. Trabajó los contrastes de luz y sombra, las perspectivas, escorzos forzados y grupos escenográficos. Entre sus obras destacan las de tema religioso como los tres lienzos que, sobre los milagros de San Marcos, pintara para la Scuola di San Marco (1562-1566), El lavatorio (Museo del Prado, Madrid), La última cena(1594) de la Iglesia de San Giorgio Maggiore y las escenas bíblicas de la Scuola di San Roccoentre 1564 y 1587 y las realizadas en el Palacio Ducal de Venecia.

Como retratista, destacan La dama que descubre el seno, (identificada con Marietta Robusti, la hija del pintor, también dedicada al mismo oficio en el que obtuvo una preciada fama siendo conocida como la Tintoretta. Algunos autores, por el contrario, piensan que se trata del retrato de la famosa cortesana veneciana Verónica Franco) y El caballero de la cadena de oro, ambas fechadas entre 1556 y 1560, y que se encuentran en el Museo del Prado.

Casado con Faustina Episcopi desde 1550. Su vida se desarrolló entre su casa y su estudio, ambos en el mismo edificio, la Fondamenta dei Mori.

Tintoretto falleció en Venecia el 31 de mayo de 1594. 


Obras seleccionadas

El asedio de Asola (L'assedio di Asola), 1544-1545
Retrato de un gentilhombre, 1545
San Marcos liberando al esclavo, 1548
Autorretrato, 1548
San Roque curando a los apestados, 1549
El Lavatorio, 1550
Historia del Génesis, 1550-52
Susana y los ancianos o Susana y los viejos o El baño de Susana, 1555-56
Seis escenas del Antiguo Testamento, 1555
Venus, Vulno y Marte, 1555
Curación del paralítico, 1559
San Jorge luchando con el dragón, 1560
La adoración del becerro de oro, El juicio final, 1562-64
Alvise Cornaro, 1564
Viejo con un niño, 1565
Alegorías, 1577
Los fastos de los Gonzaga o Federico II Gonzaga conquista Parma, 1578-1580
Cristo en  de Marta y María, 1580
El procurador Marco Grimani o El senador Marco Grimani, 1580
Retrato de Vicenzo Morosini, 1581-82
El paraíso, 1588-92
La última cena, 1592-1594
Escultura del Renacimiento

A pesar de su marcado clasicismo, la gran influencia católica española hace que los temas mitológicos sean superados por los religiosos y los funerarios, desapareciendo casi por completo el desnudo.
La escultura del Renacimiento en España tiene una clara influencia italianizante, a la que no son ajenas al relación entre Aragón e Italia.
Se trata de una escultura de hondo sentido religioso y de gran emotividad.
Presenta gran originalidad por los materiales empleados. Tal es el caso de la escultura hecha en madera policromada con la técnica del estofado, técnica empleada de manera casi sistemática en los retablos.

Donatello.

Considerado por algunos teóricos como el principal escultor de la escuela florentina quattrocentista, Donatello (de verdadero nombre Donato di Niccolo di Betto Bardi) ha pasado a los anales de la historia del arte por su excepcionalidad como artífice, además de por la maestría que destilará a la hora de conciliar el más puro clasicismo con un dramatismo que, a finales de su vida, se tornará cercano incluso al feísmo.
Y si el Renacimiento lleva implícito en su origen el reconocimiento de la importancia del hombre en el mundo, Donatello será el escultor que lo constante, siendo en su producción la forma de concebir la figura humana (estudiada, precisa, diversa y, en ocasiones, grandilocuente) siempre una sorpresa a descubrir. 

Andrea del Verrocchio



Nació en Florencia en 1435.

Trabajó como orfebre en el taller de Giuliano Verrocchio, de quien tomó el sobrenombre, también como escultor con Donatello, y como pintor conAlesso Baldovinetti. Fue director de una academia en Florencia que llegó a convertirse en el principal centro de arte de la ciudad. Entre sus alumnos estuvieron Leonardo da VinciSandro BotticelliLorenzo di Credi y Peruggino.

Autor del monumento ecuestre de bronce ubicado en el Campo dei Santi Giovanni e Paolo enVenecia. Sólo pudo hacer el modelo en arcilla de esta estatua, terminada tras su muerte por el escultor veneciano Alessandro Leopardi. Otras esculturas en bronce son el David (1470-1472, Museo Nacional del Barguello, Florencia) y Amorcillo con un delfín (c. 1476, para la fuente del patio del Palacio Vecchio, Florencia). Entre sus principales cuadros están Bautismo de Cristo (1470, Uffizi, Florencia) y numerosas versiones de la Virgen con el niño (National Gallery de Washington y Metropolitan Museum de Nueva York).

Robbia, Luca Della (1400-1482).

Escultor italiano, nacido en Florencia en 1400. Pertenece a una importante familia de escultores y ceramistas activa durante todo el siglo XV y XVI, de la cual él es el máximo representante
Se le conoce, fundamentalmente, por ser el inventor de una técnica que tendrá una gran difusión posteriormente: la escultura de terracota vidriada, con la que va a realizar una serie de Vírgenes con Niño en forma de medallón, los Tondi.
Su vastísima producción va a estar marcada por los ritmos lineales propios de Ghiberti y el clasicismo de Donatello y Nanni di Bianco.
Una de sus principales obras es la Cantoría de la catedral de Florencia, de 1431 a 1438; en un contraste radical con la realizada por Donatello, divide el espacio a la manera de los sarcófagos romanos, componiendo escenas en un sereno equilibrio, articuladas con suaves paisajes de claro-oscuro. Del mismo periodo son los cinco relieves del campanario de Santa María de las Flores de Florencia, que representan Las artes liberales, y donde se encuentran reminiscencias de gusto gótico. Entre 1445 y 1469, realiza la puerta de bronce de la catedral de esta ciudad, contando con la colaboración de Michelozzo y Maso di Bartolomeo; en ella vuelve a manifestar el sereno equilibrio expresado en la cantoría.
Hacia 1440 realiza las primeras experimentaciones con relieves de terracota vidriada, donde consigue los primeros juegos cromáticos en azul, amarillo y blanco. Poco a poca irá perfeccionando la técnica, a la que irá incorporando elementos plásticos y cromáticos. Con ella realizará obras tan destacadas como el ciborio de la colegiata de Peretola, realizado en mármol y terracota, inspirado en los modelos de Michelozzo; la Visitación de San Giovanni Fuorcivitas de Pistoia, realizada en 1445; los tondos de Los Apóstoles de la capilla Pazzi de Florencia; los lunetos con laResurrección y la Ascensión del Duomo de Florencia (entre 1442 y 1451); el monumento fúnebre al obispo Federeghi (1454-1457); así como el techo de la capilla del cardenal de San Miniato al Monte (1461-1466).
De sus numerosas y famosas Vírgenes con Niño, destaca la Virgen del Rosal, también llamada de la manzana o Virgen de vía dell'Agnolo, por su serena y auténtica humanidad.
Continuador se su obra fue su sobrino Andrea della Robbia (1435-1525), con una producción tan vasta como la de su maestro, en la cual se refleja la influencia de Verrocchio.

Giovanni Bellini

(Venecia, Italia, h. 1430 - 1516) Pintor italiano. En la pintura italiana de la segunda mitad del siglo XV alcanzó especial renombre Giovanni Bellini, impulsor de la escuela veneciana y famoso pintor de madonnas, que creó un lenguaje pictórico basado en la fusión de la figura humana con el paisaje, dando gran importancia a la luz y al colorido.

Detalle de un Autorretrato de Bellini
También llamado Giambellino, nació en el seno de una familia de pintores; su padre, Jacopo, dibujante y discípulo del florentino Gentile da Fabriano, desempeñó un importante papel como introductor de la estética renacentista en Venecia. Su hermano Gentile fue un importante retratista que colaboró con él en la decoración del palacio ducal e incluso viajó a Constantinopla a retratar a su sultán.
Las primeras obras de Bellini, realizadas con la técnica del temple, salieron del taller paterno, lugar de aprendizaje, trabajo y formación hasta que marchó a Padua, hacia 1460. Allí conoció al pintor Andrea Mantegna, su futuro cuñado, de quien aprendió a dominar el dibujo, como puede verse en Oración del huerto de los olivos, y a quien a su vez enseñó la luz de la escuela veneciana. Bellini era por entonces un gran paisajista, virtud que transmitió años después a los discípulos de su taller. Hacia mediados de la década de 1470 pintó el famoso políptico de San Vicente Ferrer, en la iglesia de los Santos Juan y Pablo de Venecia. En esos años murió su padre, cuyo taller dirigió desde entonces Giovanni.
La llegada a Venecia del pintor siciliano Antonello da Messina, conocedor de la técnica del óleo utilizada en Flandes por Jan van Eyck, permitió a Bellini profundizar en aquélla y desarrollar mayores virtuosismos que con la utilización del temple, como en su Transfiguración del museo napolitano de Capodimonte. A principios del XVI, su relación con discípulos como Tiziano lo hizo suavizar su pintura, perdiendo los rasgos angulosos de Mantegna (Madonna de Brera, en Milán). Murió en 1516, en su ciudad natal, dejando en marcha la escuela veneciana, de amplia resonancia durante todo el Cinquecento.
os cuatro trípticos para la iglesia de la Caridad (Galería de la Academia, Venecia), de manifiesto espíritu mantegnesco pero suavizado por unos contornos de dibujo más flexible y un mesurado tratamiento de la perspectiva, a los que Bellini añade unas exquisitas figuras que con sus miradas y actitudes aportan una gracia melancólica y una sensibilidad expresiva que será contribución fundamental de su arte.
Estos rasgos se perpetúan en el políptico de San Vicente Ferrer de la iglesia veneciana de Santi Giovanni e Paolo, donde además se advierte un eco de la amplitud espacial de Piero della Francesca; en el Cristo bendiciendo (Museo del Louvre, París), con un rostro que desprende humanidad y nobleza; y por último en la innovadora Piedad (Pinacoteca de Brera, Milán), realizada hacia 1470, en la que la conjunción entre el escultórico modelado de Mantegna y la contenida emoción belliniana alcanza su punto álgido, de forma que el lamento por Cristo muerto se transforma en una sacra conversazione de un patetismo sabiamente contenido.
Giorgione
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 Pintor italiano que revitalizó la escuela veneciana de pintura y fue un maestro sin igual en el retrato. Los pocos datos que existen sobre su vida y su carrera artística son confusos, pero parece que nació en Castelfranco y que fue discípulo del pintor veneciano Giovanni Bellini. Probablemente su nombre verdadero fuera Giorgio Barbarelli. No existen obras firmadas ni fechadas por él; se le atribuye un pequeño número de ellas, entre las que se incluyen el Retablo de Castelfranco (1504, Castelfranco, Veneto), Los tres filósofos (Kunsthistorisches Museum, Viena, Austria), La tempestad (Academia, Venecia, Italia) y Concierto campestre (1510, Museo del Louvre, París, Francia). Hay otras obras que se le atribuyen basándose en datos indirectos, aunque muchas son todavía objeto de debate. La mayoría de las obras de Giorgione están compuestas por una figura o un grupo de figuras integradas en paisajes amplios. Sus pinturas, a diferencia de obras anteriores del mismo tipo, utilizan la luz de un modo innovador, produciendo un gran lirismo: se trata de una luz suave y tamizada, más destinada a crear una atmósfera determinada dentro de la composición que a definir los objetos dentro de la escena. Prescindió deliberadamente de los bocetos previos y prefirió componer directamente sobre el lienzo, pues creía que así conseguía expresiones más profundas y efectos cromáticos más sorprendentes. Sus innovaciones en el tratamiento de los temas tuvieron especial importancia en dos áreas: el paisaje y el desnudo femenino. Antes de él las escenas paisajísticas se tomaban de fuentes bíblicas, clásicas o alegóricas, pero La tempestad no parece haber recurrido a ninguna de esas fuentes y se alza por sí misma como una obra puramente imaginativa. Desató una revolución contra el elemento narrativo dentro de la pintura paisajística y preparó el camino a maestros posteriores como Claudio de Lorena y Rembrandt. En el Museo del Prado de Madrid (España), La virgen con el niño en brazos, entre san Antonio de Padua y san Roque (1510) se considera la primera obra de madurez del artista. La Venus dormida (c. 1510, Galería de pinturas, Dresde, Alemania), obra que se le atribuye, es una de las primeras obras modernas dentro del arte en la que un desnudo femenino constituye el tema principal de un cuadro. Inauguró la utilización de desnudos en paisajes como uno de los grandes temas del arte europeo lo cual lleva directamente a la obra de pintores como Tiziano y Petrus Paulus Rubens.
AUTORES

Alberto Durero

Alberto Durero es uno de los artistas más famosos del Renacimiento alemán. En su producción abundan pinturas, dibujos, grabados y escritos teóricos sobre arte.
Nació el 21 de mayo de 1471 en Nüremberg, Alemania. Era hijo de Alberto Durero el Viejo y Barbara Holfer. La pareja tuvo dieciocho hijos, pero solo tres lograron sobrevivir. Su padre, un orfebre húngaro, fue su primer maestro, enseñándole el oficio de orfebre y joyero.
Autorretrato de Durero
Tras trabajar con él durante un periodo de tiempo, el joven Durero se interesó más por la pintura. El padre accedió a los deseos del hijo y en 1486 ingresó en el taller de Michael Wolgemut, el principal productor de retablos, como aprendiz de pintor y diseñador de grabados.
Allí permaneció cuatro años, llegando a superar la calidad artística de su maestro. Después, realizó un viaje de estudios para ampliar su formación y conocer a otros artistas. Fue a  Colmar con la intención de entrar en el taller del pintor y grabador alemán Martin Schongauer, pero el maestro había fallecido. Se dirigió a Basilea y a Estrasburgo, donde realizó ilustraciones para varias publicaciones.
Matthias Grünewald
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Pintor alemán cuya obra, junto con la de Alberto Durero, representa la máxima expresión del renacimiento del norte de Europa. Llamado incorrectamente Grünewald en documentos del siglo XVII, es probable que se llamara Matthias, Mathias o Mathis Gothart-Neithart. Nació en Würzburgo, se casó hacia 1519 y a partir de entonces firmó sus obras con su nombre completo más el apellido de su mujer, Neithart, o con un monograma en el que aparecían entrelazadas las iniciales M, G y N. Los documentos le sitúan en Seligenstadt entre 1501 y 1521 como propietario de un taller. Hacia 1509 fue nombrado pintor de cámara del arzobispo de Maguncia y en la segunda década del siglo también aceptó encargos en Isenheim y Aschaffenburg. A causa de su simpatía por el movimiento protestante se vio obligado a trasladarse primero a Frankfurt, en 1526, y después a Halle, en 1527; murió en Halle en agosto del año siguiente. De su obra sólo se conservan diez pinturas, algunas son polípticos (retablos de múltiples paneles) y alrededor de 35 dibujos que se encuentran en diversas colecciones europeas y estadounidenses. A diferencia de muchos de sus contemporáneos, Grünewald no hizo grabados. La pintura que se reconoce como su primera obra es el Cristo de los ultrajes (1503, Alte Pinakothek, Munich) que expresa una gran carga emocional y que, con sus distorsiones y colores brillantes, prefigura la obra de su madurez. Alrededor de 1512 comenzó su obra maestra por encargo del monasterio de san Antonio de Isenheim: el magnífico Retablo del altar Isenheim (c. 1512-c. 1515, Museo de Unterlinden, Colmar), compuesto precisamente cuando Miguel Ángel terminaba la Capilla Sixtina, que consiste en cuatro enormes alas de madera pintadas por ambos lados: el grupo exterior representa La crucifixión, con La sepultura debajo y flanqueada por San Antonio y San Sebastián; el grupo interior muestra La anunciación, La Virgen y el niño con ángeles, La natividad y La resurrección. Las tablas centrales, que flanquean un altar de madera tallada dedicado a san Antonio, muestran a San Antonio y san Pablo en el desierto y la Tentación de san Antonio. Su concepción de estos temas conocidos es única; las composiciones, reforzadas por un trazo de enorme expresividad y una riqueza de color sin igual en el arte germánico, producen un impacto visual y emocional sobrecogedor: por ejemplo, el Cristo crucificado, cubierto de heridas y retorcido en la agonía, constituye una imagen vivamente expresada de sufrimiento y muerte; el Cristo resucitado, que flota triunfal y radiante en una composición ascendente en medio de una luz intensa, es la personificación de la vida eterna. Los expertos modernos han identificado las Revelaciones de santa Brígida de Suecia, obra mística del siglo XIV muy popular en la Alemania del renacimiento, como fuente de la compleja iconografía de la obra. En sus obras posteriores Grünewald no llegó a igualar nunca el esplendor que alcanzó en su gran retablo, aunque muchas se asemejan en estilo y contenido, como en la Pequeña crucifixión (1519-1520, Galería Nacional, Washington, Estados Unidos) y en la elegante San Mauricio y san Erasmo (1523-1524, Alte Pinakothek, Munich).

Lucas Cranach 

(Lucas Müller; Cranach, hoy Kronach, actual Alemania, 1472-Weimar, id., 1553) Pintor renacentista alemán. Las primeras obras conservadas de este artista datan de 1502 y coinciden con su estancia en Viena, donde cambió su nombre por el de su ciudad natal. De aquella época datan varios cuadros suyos de asunto religioso, de expresividad muy acentuada: las dos Crucifixiones, la de 1500 y la de 1503. La tabla Alto en la huida a Egipto (1504) destaca, en cambio, por su amplia concepción idílica.

Detalle de un Autorretrato de 1550
En 1505, llamado por el elector Federico el Sabio de Sajonia, se trasladó a Wittenberg, ciudad en la que permaneció hasta 1550 como pintor de la corte, y en donde destacó, además, como ciudadano, llegando a ocupar diversos cargos. Se convirtió asimismo en el representante artístico de la causa protestante con su serie de retratos de Martín Lutero y su círculo, aunque el retrato del arzobispo de Maguncia, Alberto de Brandeburgo, demuestra que no había roto con las destacadas figuras del catolicismo.

Precisamente son los retratos lo que más caracteriza la obra de Cranach, como el del Duque Enrique el Piadoso y su esposa Catalina y el Autorretrato que se encuentra en los Uffizi. Entre otras obras de esta época son de destacar El martirio de Santa CatalinaEl juicio de ParisCacería en Torgau y sus versiones de Adán y Eva.
Baldung, Hans. Grien (Schwäbisch Gmünd, Alemania, h. 1484/1485-Estrasburgo, 1545). Pintor y grabador alemán. Pertenecía a una familia ­culta de abogados y profesores universitarios que se trasladó a Estras­burgo durante la década de 1490. Su padre fue consejero jurídico del obispo de aquella población y él mismo estableció un duradero contacto con los humanistas y reformadores de la ciudad, llegando a formar parte del Gran Consejo de la ciudad. Se ha supuesto que recibió una primera educación artística en el taller de un maestro asentado allí muy influido por la personalidad dominante de Martin Schongauer. Lo cierto es que en 1503 ya se encontraba trabajando con Alberto Durero, quien llegaría a mostrarle su predilección al encargarle la dirección de su taller durante su segundo viaje a Venecia (1505-1507). La adopción de su sobrenombre, «Grien» (Verde), demuestra su in­cli­nación por ese color durante sus ­pri­meros años, utilizándolo en su firma para distinguirse de otros compañeros con idéntico nombre. Desde muy joven demostró su independencia y versatilidad en la realización de numerosos dibujos y grabados, aunque tuviese siempre presente el ejemplo de Durero.

Hans Holbein 

(Augsburgo, actual Alemania, 1497-Londres, 1543) Pintor alemán. Fue hijo y discípulo de Hans Holbein el Viejo, un pintor del Gótico tardío que se especializó en los retablos y desarrolló un estilo muy influido por el detallismo flamenco. Holbein el Joven se trasladó hacia 1514 a Basilea, donde comenzó a trabajar como ilustrador para los impresores de la ciudad. De 1516 data su primer retrato (El burgomaestre Meyer y su esposa), con el cual inició una carrera de retratista que lo sitúa entre los mejores de todos los tiempos en su género.

Detalle de un Autorretrato de Hans Holbein (c. 1542)
En 1517 trabajó en Lucerna, y se cree que de allí pasó a Lombardía, por los cambios estilísticos que manifestó a su regreso a Basilea en 1519. En los años siguientes compaginó el retrato (Bonifacius Amerbach) con la pintura religiosa (Retablo de la Pasión) y los encargos oficiales (decoración de la sala del gran Consejo del Ayuntamiento con escenas de Justicia). Pero lo más sobresaliente de este período son los retratos de Erasmo de Rotterdam, representado en su estudio, y la serie de xilografías sobre la Danza de la muerte.
Por su visión crítica de la Reforma protestante, hubo de trasladarse a Inglaterra en 1526, portador de una carta de recomendación de Erasmo para Tomás Moro. En Londres ejecutó un retrato de la familia de Moro que constituye un hito en la retratística europea por representar a todos los personajes de cuerpo entero y en el interior de su propia vivienda, algo totalmente inhabitual por entonces.
En 1528 regresó a Basilea, pero los cambios en el ambiente de la ciudad lo movieron a trasladarse de nuevo a Londres (1529), donde poco después fue nombrado pintor de Enrique VIII. En estos años realizó una magnífica serie de retratos del rey y su familia, así como el retrato Los embajadores, una de sus obras maestras. Por el equilibrio compositivo, la característica riqueza de colorido y la profundización psicológica, sus retratos constituyen creaciones artísticas difícilmente superables.

Pieter Brueghel 

(Breda, Países Bajos, h. 1525 - Bruselas, 1569) Pintor holandés. Principal pintor holandés del siglo XVI, en la actualidad es considerado una de las grandes figuras de la historia de la pintura. Realizó sobre todo cuadros de paisaje, de género y de escenas campesinas, en los que con un estilo inspirado en el Bosco reflejó la vida cotidiana con realismo, abundancia de detalles y un gran talento narrativo.
Pieter Brueghel aprendió el oficio con Pieter Coeke. En 1551 se incorporó al gremio de pintores de Amberes e inmediatamente después emprendió un viaje por Europa, que lo llevó a Francia, Italia y Suiza. Lo que más le impresionó de su periplo fueron los paisajes de los Alpes, de los que realizó a su vuelta una serie de dibujos que fueron grabados.
En 1563 Pieter Brueghel se trasladó a Bruselas y contrajo matrimonio. Se centró entonces en la pintura y produjo numerosas obras, muchas de ellas por encargo de famosos personajes. Para el banquero Niclaes Jonghelinck realizó, por ejemplo, la famosa serie de los Meses, que incluye Cazadores en la nieve (noviembre-diciembre) y La vuelta del ganado (septiembre-octubre), entre otras obras maestras.

Cazadores en la nieve, de Pieter Brueghel el Viejo
En el folclore y los refranes populares buscó la inspiración para sus obras más descriptivas y pintorescas, desde La parábola de los ciegos y Juegos de niños hasta el El banquete de bodas. También realizó obras religiosas, en particular entre los años 1562 y 1567, que, aunque no constituyen lo mejor de su producción, dan pruebas de su gran originalidad estilística.

El banquete de bodas, de Pieter Brueghel
Pieter Brueghel tuvo dos hijos pintores, Pieter el Joven (Bruselas, 1564 - Amberes, 1638) y Jan (Bruselas, 1568 - Amberes, 1625). El segundo fue muy reputado como pintor de flores y se ganó el sobrenombre de Brueghel de «velours» (terciopelo) por su magistral tratamiento de las texturas delicadas. El primero realizó copias y variaciones de las pinturas de su padre, a menudo de gran calidad, con las que se ganó muy bien la vida.